La cinta cuenta un trozo de la vida del prócer
venezolano, comprendido entre mayo de 1815 y el mismo mes de 1816, un año
determinante para la Independencia latinoamericana
A decir del
presidente de la Villa del Cine, José Antonio Varela y de otros cineastas y
servidores públicos vinculados con la gran pantalla, este año 2013 es sumamente
especial para el séptimo arte venezolano, tanto por el volumen de producciones
a estrenar (cercad de 30 títulos), como por la variedad de temáticas y visiones
que ofrecen las películas.
Dentro de esa amplia
variedad que abarca la comedia en sus diferentes variantes, el drama, la acción
y hasta el terror, existen dos títulos con miradas distintas sobre la más
importante de nuestras figuras: El Libertador Simón Bolívar.
En efecto, a
propósito de cumplirse 230 años de su natalicio, para julio de este año está
previsto el estreno de dos largometrajes sobre el padre de la Patria que,
dentro del esquema venezolano de realización, podrían calificarse como dos
superproducciones.
Una de ellas es
Bolívar, el hombre de las dificultades, hecha con un guión de José Antonio y
José Luis Varela, a partir de una idea del director Luis Alberto Lamata, quien
también intervino en las versiones finales del texto.
Según adelantó Lamata
en conversación con el Correo del Orinoco, Bolívar, el hombre de las
dificultades, protagonizada por Roque Valero, no pretende contar toda la
historia de nuestro prócer, por el contrario, se concentra en un período muy
particular que, en su opinión, las venezolanas y los venezolanos conocemos muy
poco.
“Es un Bolívar
exilado, desterrado que arranca la película en derrota, aunque ya tiene el
título de Libertador. Contamos el año que va desde mayo de 1815 a mayo de 1816,
cuando escribe una carta tremenda en la que dice ‘ya no tengo un duro’. Eso es
como decir que ya no tengo un centavo. Además, deja entrever en otra de sus
cartas que está pensando seriamente en el suicidio, lo que es una salida muy
trágica y a la vez romántica”, declaró el realizador e historiador.
En esta cinta
Venezuela apenas aparece hacia el final. Se trata de una época posterior a la
Campaña Admirable con la que Bolívar entró victorioso a Caracas, marcada además
por una reacción imperial generada a partir de la victoria de José Tomás Boves,
quien el año anterior (1814) arrasó con la Segunda República. Adicionalmente,
buena parte de los oficiales adeptos a Bolívar se encuentran en una gran
diáspora por el Caribe.
De hecho, la cinta se
refiere al Bolívar de Jamaica que intenta, en vano, conseguir el apoyo del
imperio inglés, cuyo interés principal de aquel momento era derrotar a
Napoleón, empresa que se logró precisamente gracias a la alianza con el imperio
español.
Por si eso fuera
poco, luego de derrotar a Napoleón, el imperio español tiene más energías para
concentrarse en América y envía, a cargo de Pablo Morillo, una expedición que
fue la más grande que jamás comisionó la Corona española contra nuestro
continente, “nunca hubo tantos barcos ni soldados, ni oficiales en una sola
expedición, para luchar contra nuestra Independencia”, acotó Lamata.
En ese contexto,
agregó el realizador, “en ese mayo de 1815, no había la más remota posibilidad
de victoria, no la había”, enfatizó.
Precisamente el filme
hace énfasis en la claridad de su pensamiento y en el nivel de conciencia
social, así como en la fuerza espiritual y madurez política que llevaron a Bolívar
a tomar las decisiones pertinentes y a cometer las acciones necesarias para
salir de ese atolladero.
La segunda parte de
esta pieza de Lamata, producida por la Villa del Cine, en colaboración con
España y Cuba, habla del Bolívar en Haití, ese que reflexiona y entiende que el
fracaso de las dos primeras repúblicas estuvo relacionado con la justicia
social, partiendo de la abolición de la esclavitud y la inclusión de todos los
grupos raciales, en la construcción de la patria.
“Ante aquella
adversidad enorme, Simón Bolívar se dio cuenta de algo que lo llevó a dar un
giro inesperado que fue éticamente importante: decide que su único apoyo
posible es Haití, una república de esclavos recién liberada del yugo francés.
El problema era que la Independencia venezolana estuvo fundamentalmente
dirigida por mantuanos esclavistas y muchos de ellos no veían con buenos ojos
ese movimiento hacia Haití”, señaló el historiador.
Lamata anticipó que
Bolívar, el hombre de las dificultades, termina cuando el prócer latinoamericano
logra armar una expedición para llegar a Venezuela, donde decreta la libertad
de los esclavos, algo que la oligarquía nunca le perdonó.
“Incluso echaron para
atrás el decreto y no fue sino hasta 1864 cuando se logró la abolición de la
esclavitud en Venezuela. Eso demuestra que el pensamiento de Bolívar estaba
mucho más avanzado, era mucho más progresista y estaba más en sintonía con la
justicia social, que el de muchos de sus acompañantes en la lucha por la
Independencia”, comentó Lamata.
NO ES MANUELA, ES
PEPITA
Bolívar, el hombre de
las dificultades rescata también aspectos y personajes poco visibilizados, como
por ejemplo su vínculo con el presidente de Haití, Alexandre Petión, y con una
mulata haitina llamada Jeane Baudrill. Asimismo, destaca especialmente los
amores de Bolívar con la caraqueña, Pepita Machado.
Lamata consideró que
aún cuando Pepita queda como a la saga de Manuela Sáenz, es tan importante como
ella. “Esta es una mujer que nuestra historia debe recuperar, porque no solo
acompaño a Bolívar en momentos clave en lo político y personal, sino que incluso
se involucró en combate real, con espada en mano”, argumentó.
Inclusive, Tito Salas
la inmortalizó, muchos años después, en una representación pictórica del
Combate naval de los frailes, que sirvió de inspiración para algunas escenas
que se verán en la parte final de la película.
EN PRÓCER DE CARNE Y
HUESO
-¿En qué medida este
proyecto cinematográfico cambió su visión sobre Bolívar?
-Cuando te acercas a
un personaje tan extraordinario como Simón Bolívar, en la medida que más humano
se te hace, la admiración crece.
-¿Cuál es la
intencionalidad principal de la película?
-Si algo quisiera yo
con esta película es bajar al Libertador de su pedestal, dejar de lado las
estatuas de bronce y acercarnos a un Bolívar humano, que seguramente es más
interesante que cualquiera de esos mitos que hablan mucho pero no te dan
información real. Una de mis preocupaciones con la figura del Libertador es que
se habla mucho de él pero se sabe poco. Lamentablemente, nuestra capacidad de
difundir la realidad de su vida no ha sido la adecuada. Se usa mucho, se cita
mucho, pero poco conoce el público sobre su vida. Quiero que a Bolívar lo dejen
de cagar las palomas y lo convirtamos en un Bolívar que está en la calle, que
se enfrenta a problemas, que comete errores, que aprende.
-¿Cuánto hay de
ficción y cuánto de realidad?
- Fundamentalmente es
una película que cuenta es una historia absolutamente emocionante, interesante,
con una cantidad de acción, pero no es inventada, siempre está basada en hechos
reales. Lo que yo trato de hacer cuando me acerco a un personaje histórico es,
a partir del hecho real, darle rienda suelta a la imaginación, pero respetando
lo que efectivamente ocurrió.
-¿Por ejemplo?
-Es histórico que
Bolívar se retó a duelo en Haití. No sabemos qué ocurrió, ni cómo se
resolvieron. Yo escenifico un duelo y le doy una solución, ahí empieza la
ficción. ¿Pasó como lo cuento? Imposible saberlo, pero la ficción, para mí, es
una manera de acercarme a la realidad y de aprender de ella, es un instrumento
de investigación sobre la realidad. También hubo un personaje real,
documentado, que le decían El Polaco. Él organizó un atentado contra Bolívar
que casi se concreta. De este Polaco no se sabe casi nada, solo que era un
polaco. Yo tengo base para decir que era un agente del imperio español. En el
guión le damos contenido y vida al Polaco y asumimos unas escenas basadas en
este personaje que es verdadero, del cual no se sabe mucho.
DEL PROTAGONISTA
-¿Cómo llega Roque
Valero al proyecto?
- Roque tiene un
parecido a Simón Bolívar, partiendo de la iconografía de 1815. Es un Libertador
de unos 30 años. Básicamente de esa época hay un solo retrato que se considera
muy fiel y es impresionante el parecido de Roque. Pero confieso que para mi eso
era secundario. Lo importante era encontrar a alguien capaz de trasmitir toda
la fuerza emocional, política e intelectual que tenía El libertador, necesitaba
un verdadero actor, con una vida interior muy rica.
-¿Desde un primer
momento pensaron en él?
-No, hicimos un
casting amplio. Yo invité a Roque (Valero)y luego de evaluar todas las opciones
nos inclinamos por él. Roque asumió el papel con una entrega absoluta,
investigó todo lo que es posible investigar y trató de conectase con su
personaje de una manera muy profunda. Creo que si alguien hoy en día puede
hablar de la vida interior de Bolívar es él, porque entendió que lo que no te
cuentan los documentos, debes suplirlo con una imaginación creativa, audaz y valiente.
EN EL OJO DEL HURACÁN
-Esta película ha
tenido varias polémicas a su alrededor. En primer lugar la discusión que se
generó en noviembre pasado cuando la Asamblea Nacional aprobó recursos para su
terminación.
- Cualquier paso que
tu des en la vida genera, inevitablemente, una reacción. Me parece importante
que se haya decidido financiar esta película, porque creo que los venezolanos
necesitamos contarnos. Hay aspectos de nuestra vida y nuestra historia que
merecen estar en la pantalla. No solo la historia, sino lo contemporáneo
también. Siento que cualquier inversión que se hace en ese sentido es una
inversión bien hecha. Entonces no me pesa para nada cualquier polémica
alrededor del financiamiento de este proyecto.
-La otra controversia
comenzó cuando Roque Valero, junto con un grupo de colegas, se pronunció
públicamente a favor del presidente Nicolás Maduro.
- La posición
política del actor es algo que yo respeto totalmente, de cualquier tendencia
que sea. Nunca he hecho ningún casting pensando en las posiciones políticas de
las actrices y actores. En mis películas hay un abanico absolutamente abierto
en ese sentido, porque lo importante para mí es la relación que tenga el
intérprete con el personaje.
-¿Cree que eso pueda
afectar la taquilla?
-Sí, creo que la
presencia de Roque en la película va a hacer que desde un espectro de la
oposición le tengan antipatía a la producción porque, lamentablemente, el
sectarismo es muy fuerte y la intolerancia atrapó a algunos grupos. Somos una
sociedad polarizada y cuando esto ocurre es inevitable que algunas personas
lleguen a la exageración, la mentira y la estupidez.
-También la sola
figura del Libertador parece que genera inquietudes en algunos grupos.
-Es un Bolívar que
nos hará reflexionar sobre muchas cosas vinculadas con el presente y esa
reflexión me importa, desde quienes apoyan o no al proceso revolucionario. Creo
que ahí está un Bolívar que merece ser visto. La película va a generar
polémica, porque Bolívar está muy presente en nuestra vida e inevitablemente
hay cuestiones que están sujetas a la interpretación. Esta, afortunadamente, va
a ser una película polémica y eso es interesante.
CINEMATOGRAFÍA
HISTÓRICA
-Casualmente, cuando
hizo la película Miranda, se estrenó muy cerca una sobre el mismo personaje,
hecha por Diego Rísquez. Ahora que va a estrenar esta cinta, también saldrá
otra sobre Bolívar, de Alberto Arvelo.
- En el caso de
Miranda, efectivamente, se quiso hacer una historia que tocara temas distintos
a los que trató Diego y que tuviera un valor divulgativo que la de él, siendo
autoral, manejaba de otra manera también muy válida. El caso de Bolívar fue
casual. Pero, afortunadamente, están las dos producciones y ambas son
distintas. El proyecto de Arvelo quiere contar toda la vida de Bolívar, en un
arco mucho más amplio. La nuestra se concentra en un año en particular. No
siento que sean competencia, al contrario, son películas que se complementan.
-De alguna manera
esto refleja el estado de nuestra cinematografía.
-Es muy bueno que nos
esté pasando eso, porque los ingleses, por ejemplo, han hecho un millón de
películas de la Reina Isabel II, salen juntas o separadas y cuentan cosas
diferentes. Nadie sale a cuestionar eso. El año pasado estrenaron, en Estados
Unidos, al menos cinco películas sobre Lincoln. Entonces ¿por qué no tener dos
miradas distintas que se acerquen a Bolívar o a Miranda? Eso me parece eso muy
interesante.
-El mismo mes de
julio se va a estrenar su otra película, Azú, pocos autores tienen esa suerte.
-Sí, yo no hubiera
querido que fuera así, porque es un año muy complejo para programar el cine
venezolano. Son unas 30 películas y en ese juego de programar para no afectar a
otros realizadores, Azú fue saltando de una fecha a otra. El estreno será el 5
de julio, el mismos mes de Bolívar. Eso no me agrada para nada, pero no quiero
complicar un panorama que ya de por sí está bastante enredado, afortunadamente.
Esta es de esas molestias que son bienvenidas, ojalá se mantenga así,que hayan
tantas películas venezolanas y que es complicado programar los estrenos.
AZÚ
Este año el director
Luis Alberto Lamata tendrá dos filmes en las carteleras al mismo tiempo:
Bolívar, el hombre de las dificultades y Azú, esta última, tendrá será
presentada por primera vez al público criollo en la novena edición del Festival
de Cine Venezolano de Mérida.
La cinta de Lamata se
medirá con otros 15 largometrajes que están en la competencia oficial del
certamen que se realizará del 16 al 20 de junio.
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