CULTURA… Será estrenada en el 230° aniversario del Libertador Lamata: Bolívar, el hombre de las dificultades será una película polémica 9 junio 2013



La cinta cuenta un trozo de la vida del prócer venezolano, comprendido entre mayo de 1815 y el mismo mes de 1816, un año determinante para la Independencia latinoamericana
A decir del presidente de la Villa del Cine, José Antonio Varela y de otros cineastas y servidores públicos vinculados con la gran pantalla, este año 2013 es sumamente especial para el séptimo arte venezolano, tanto por el volumen de producciones a estrenar (cercad de 30 títulos), como por la variedad de temáticas y visiones que ofrecen las películas.
Dentro de esa amplia variedad que abarca la comedia en sus diferentes variantes, el drama, la acción y hasta el terror, existen dos títulos con miradas distintas sobre la más importante de nuestras figuras: El Libertador Simón Bolívar.
En efecto, a propósito de cumplirse 230 años de su natalicio, para julio de este año está previsto el estreno de dos largometrajes sobre el padre de la Patria que, dentro del esquema venezolano de realización, podrían calificarse como dos superproducciones.
Una de ellas es Bolívar, el hombre de las dificultades, hecha con un guión de José Antonio y José Luis Varela, a partir de una idea del director Luis Alberto Lamata, quien también intervino en las versiones finales del texto.
Según adelantó Lamata en conversación con el Correo del Orinoco, Bolívar, el hombre de las dificultades, protagonizada por Roque Valero, no pretende contar toda la historia de nuestro prócer, por el contrario, se concentra en un período muy particular que, en su opinión, las venezolanas y los venezolanos conocemos muy poco.
“Es un Bolívar exilado, desterrado que arranca la película en derrota, aunque ya tiene el título de Libertador. Contamos el año que va desde mayo de 1815 a mayo de 1816, cuando escribe una carta tremenda en la que dice ‘ya no tengo un duro’. Eso es como decir que ya no tengo un centavo. Además, deja entrever en otra de sus cartas que está pensando seriamente en el suicidio, lo que es una salida muy trágica y a la vez romántica”, declaró el realizador e historiador.
En esta cinta Venezuela apenas aparece hacia el final. Se trata de una época posterior a la Campaña Admirable con la que Bolívar entró victorioso a Caracas, marcada además por una reacción imperial generada a partir de la victoria de José Tomás Boves, quien el año anterior (1814) arrasó con la Segunda República. Adicionalmente, buena parte de los oficiales adeptos a Bolívar se encuentran en una gran diáspora por el Caribe.
De hecho, la cinta se refiere al Bolívar de Jamaica que intenta, en vano, conseguir el apoyo del imperio inglés, cuyo interés principal de aquel momento era derrotar a Napoleón, empresa que se logró precisamente gracias a la alianza con el imperio español.
Por si eso fuera poco, luego de derrotar a Napoleón, el imperio español tiene más energías para concentrarse en América y envía, a cargo de Pablo Morillo, una expedición que fue la más grande que jamás comisionó la Corona española contra nuestro continente, “nunca hubo tantos barcos ni soldados, ni oficiales en una sola expedición, para luchar contra nuestra Independencia”, acotó Lamata.
En ese contexto, agregó el realizador, “en ese mayo de 1815, no había la más remota posibilidad de victoria, no la había”, enfatizó.
Precisamente el filme hace énfasis en la claridad de su pensamiento y en el nivel de conciencia social, así como en la fuerza espiritual y madurez política que llevaron a Bolívar a tomar las decisiones pertinentes y a cometer las acciones necesarias para salir de ese atolladero.
La segunda parte de esta pieza de Lamata, producida por la Villa del Cine, en colaboración con España y Cuba, habla del Bolívar en Haití, ese que reflexiona y entiende que el fracaso de las dos primeras repúblicas estuvo relacionado con la justicia social, partiendo de la abolición de la esclavitud y la inclusión de todos los grupos raciales, en la construcción de la patria.
“Ante aquella adversidad enorme, Simón Bolívar se dio cuenta de algo que lo llevó a dar un giro inesperado que fue éticamente importante: decide que su único apoyo posible es Haití, una república de esclavos recién liberada del yugo francés. El problema era que la Independencia venezolana estuvo fundamentalmente dirigida por mantuanos esclavistas y muchos de ellos no veían con buenos ojos ese movimiento hacia Haití”, señaló el historiador.
Lamata anticipó que Bolívar, el hombre de las dificultades, termina cuando el prócer latinoamericano logra armar una expedición para llegar a Venezuela, donde decreta la libertad de los esclavos, algo que la oligarquía nunca le perdonó.
“Incluso echaron para atrás el decreto y no fue sino hasta 1864 cuando se logró la abolición de la esclavitud en Venezuela. Eso demuestra que el pensamiento de Bolívar estaba mucho más avanzado, era mucho más progresista y estaba más en sintonía con la justicia social, que el de muchos de sus acompañantes en la lucha por la Independencia”, comentó Lamata.

NO ES MANUELA, ES PEPITA

Bolívar, el hombre de las dificultades rescata también aspectos y personajes poco visibilizados, como por ejemplo su vínculo con el presidente de Haití, Alexandre Petión, y con una mulata haitina llamada Jeane Baudrill. Asimismo, destaca especialmente los amores de Bolívar con la caraqueña, Pepita Machado.
Lamata consideró que aún cuando Pepita queda como a la saga de Manuela Sáenz, es tan importante como ella. “Esta es una mujer que nuestra historia debe recuperar, porque no solo acompaño a Bolívar en momentos clave en lo político y personal, sino que incluso se involucró en combate real, con espada en mano”, argumentó.
Inclusive, Tito Salas la inmortalizó, muchos años después, en una representación pictórica del Combate naval de los frailes, que sirvió de inspiración para algunas escenas que se verán en la parte final de la película.

EN PRÓCER DE CARNE Y HUESO

-¿En qué medida este proyecto cinematográfico cambió su visión sobre Bolívar?
-Cuando te acercas a un personaje tan extraordinario como Simón Bolívar, en la medida que más humano se te hace, la admiración crece.
-¿Cuál es la intencionalidad principal de la película?
-Si algo quisiera yo con esta película es bajar al Libertador de su pedestal, dejar de lado las estatuas de bronce y acercarnos a un Bolívar humano, que seguramente es más interesante que cualquiera de esos mitos que hablan mucho pero no te dan información real. Una de mis preocupaciones con la figura del Libertador es que se habla mucho de él pero se sabe poco. Lamentablemente, nuestra capacidad de difundir la realidad de su vida no ha sido la adecuada. Se usa mucho, se cita mucho, pero poco conoce el público sobre su vida. Quiero que a Bolívar lo dejen de cagar las palomas y lo convirtamos en un Bolívar que está en la calle, que se enfrenta a problemas, que comete errores, que aprende.
-¿Cuánto hay de ficción y cuánto de realidad?
- Fundamentalmente es una película que cuenta es una historia absolutamente emocionante, interesante, con una cantidad de acción, pero no es inventada, siempre está basada en hechos reales. Lo que yo trato de hacer cuando me acerco a un personaje histórico es, a partir del hecho real, darle rienda suelta a la imaginación, pero respetando lo que efectivamente ocurrió.
-¿Por ejemplo?
-Es histórico que Bolívar se retó a duelo en Haití. No sabemos qué ocurrió, ni cómo se resolvieron. Yo escenifico un duelo y le doy una solución, ahí empieza la ficción. ¿Pasó como lo cuento? Imposible saberlo, pero la ficción, para mí, es una manera de acercarme a la realidad y de aprender de ella, es un instrumento de investigación sobre la realidad. También hubo un personaje real, documentado, que le decían El Polaco. Él organizó un atentado contra Bolívar que casi se concreta. De este Polaco no se sabe casi nada, solo que era un polaco. Yo tengo base para decir que era un agente del imperio español. En el guión le damos contenido y vida al Polaco y asumimos unas escenas basadas en este personaje que es verdadero, del cual no se sabe mucho.

DEL PROTAGONISTA

-¿Cómo llega Roque Valero al proyecto?
- Roque tiene un parecido a Simón Bolívar, partiendo de la iconografía de 1815. Es un Libertador de unos 30 años. Básicamente de esa época hay un solo retrato que se considera muy fiel y es impresionante el parecido de Roque. Pero confieso que para mi eso era secundario. Lo importante era encontrar a alguien capaz de trasmitir toda la fuerza emocional, política e intelectual que tenía El libertador, necesitaba un verdadero actor, con una vida interior muy rica.
-¿Desde un primer momento pensaron en él?
-No, hicimos un casting amplio. Yo invité a Roque (Valero)y luego de evaluar todas las opciones nos inclinamos por él. Roque asumió el papel con una entrega absoluta, investigó todo lo que es posible investigar y trató de conectase con su personaje de una manera muy profunda. Creo que si alguien hoy en día puede hablar de la vida interior de Bolívar es él, porque entendió que lo que no te cuentan los documentos, debes suplirlo con una imaginación creativa, audaz y valiente.

EN EL OJO DEL HURACÁN

-Esta película ha tenido varias polémicas a su alrededor. En primer lugar la discusión que se generó en noviembre pasado cuando la Asamblea Nacional aprobó recursos para su terminación.
- Cualquier paso que tu des en la vida genera, inevitablemente, una reacción. Me parece importante que se haya decidido financiar esta película, porque creo que los venezolanos necesitamos contarnos. Hay aspectos de nuestra vida y nuestra historia que merecen estar en la pantalla. No solo la historia, sino lo contemporáneo también. Siento que cualquier inversión que se hace en ese sentido es una inversión bien hecha. Entonces no me pesa para nada cualquier polémica alrededor del financiamiento de este proyecto.
-La otra controversia comenzó cuando Roque Valero, junto con un grupo de colegas, se pronunció públicamente a favor del presidente Nicolás Maduro.
- La posición política del actor es algo que yo respeto totalmente, de cualquier tendencia que sea. Nunca he hecho ningún casting pensando en las posiciones políticas de las actrices y actores. En mis películas hay un abanico absolutamente abierto en ese sentido, porque lo importante para mí es la relación que tenga el intérprete con el personaje.
-¿Cree que eso pueda afectar la taquilla?
-Sí, creo que la presencia de Roque en la película va a hacer que desde un espectro de la oposición le tengan antipatía a la producción porque, lamentablemente, el sectarismo es muy fuerte y la intolerancia atrapó a algunos grupos. Somos una sociedad polarizada y cuando esto ocurre es inevitable que algunas personas lleguen a la exageración, la mentira y la estupidez.
-También la sola figura del Libertador parece que genera inquietudes en algunos grupos.
-Es un Bolívar que nos hará reflexionar sobre muchas cosas vinculadas con el presente y esa reflexión me importa, desde quienes apoyan o no al proceso revolucionario. Creo que ahí está un Bolívar que merece ser visto. La película va a generar polémica, porque Bolívar está muy presente en nuestra vida e inevitablemente hay cuestiones que están sujetas a la interpretación. Esta, afortunadamente, va a ser una película polémica y eso es interesante.

CINEMATOGRAFÍA HISTÓRICA

-Casualmente, cuando hizo la película Miranda, se estrenó muy cerca una sobre el mismo personaje, hecha por Diego Rísquez. Ahora que va a estrenar esta cinta, también saldrá otra sobre Bolívar, de Alberto Arvelo.
- En el caso de Miranda, efectivamente, se quiso hacer una historia que tocara temas distintos a los que trató Diego y que tuviera un valor divulgativo que la de él, siendo autoral, manejaba de otra manera también muy válida. El caso de Bolívar fue casual. Pero, afortunadamente, están las dos producciones y ambas son distintas. El proyecto de Arvelo quiere contar toda la vida de Bolívar, en un arco mucho más amplio. La nuestra se concentra en un año en particular. No siento que sean competencia, al contrario, son películas que se complementan.
-De alguna manera esto refleja el estado de nuestra cinematografía.
-Es muy bueno que nos esté pasando eso, porque los ingleses, por ejemplo, han hecho un millón de películas de la Reina Isabel II, salen juntas o separadas y cuentan cosas diferentes. Nadie sale a cuestionar eso. El año pasado estrenaron, en Estados Unidos, al menos cinco películas sobre Lincoln. Entonces ¿por qué no tener dos miradas distintas que se acerquen a Bolívar o a Miranda? Eso me parece eso muy interesante.
-El mismo mes de julio se va a estrenar su otra película, Azú, pocos autores tienen esa suerte.
-Sí, yo no hubiera querido que fuera así, porque es un año muy complejo para programar el cine venezolano. Son unas 30 películas y en ese juego de programar para no afectar a otros realizadores, Azú fue saltando de una fecha a otra. El estreno será el 5 de julio, el mismos mes de Bolívar. Eso no me agrada para nada, pero no quiero complicar un panorama que ya de por sí está bastante enredado, afortunadamente. Esta es de esas molestias que son bienvenidas, ojalá se mantenga así,que hayan tantas películas venezolanas y que es complicado programar los estrenos.

AZÚ

Este año el director Luis Alberto Lamata tendrá dos filmes en las carteleras al mismo tiempo: Bolívar, el hombre de las dificultades y Azú, esta última, tendrá será presentada por primera vez al público criollo en la novena edición del Festival de Cine Venezolano de Mérida.
La cinta de Lamata se medirá con otros 15 largometrajes que están en la competencia oficial del certamen que se realizará del 16 al 20 de junio.

T/ Luis Jesús González Cova F/ Héctor Rattia – Cortesía Villa del Cine Caracas

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