Las políticas
alimentarias que implementa el Gobierno Bolivariano han estado dirigidas a la
atención de las necesidades de la población, especialmente de sectores
vulnerables como niños y niñas. Este objetivo se ha consolidado con programas
que han permitido una disminución en la desnutrición infantil, así como el
crecimiento en la evolución de la talla y peso promedio.
Estos avances sociales
son algunos de los elementos que analizó la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO - por sus siglas en inglés), que
otorgará una distinción a Venezuela por logros alcanzados en materia
alimentaria, durante una sesión que se realizarán en Roma, Italia, entre el 15
y el 22 de junio.
"Buscamos la
garantía del acceso (a los alimentos) para niños y niñas. Pasamos de 500.000 en
la Cuarta República a 4 millones de niños (atendidos en escuelas y liceos
públicos), a quienes se les satisface la alimentación diaria a través de un
almuerzo, aunque dependiendo del horario, pueden tener desayuno, almuerzo y una
merienda", indicó la directora del Instituto Nacional de Nutrición (INN),
Marilyn Di Lucca.
Otro de los aspectos
reconocidos es la disminución del hambre en un 90% y el incremento en la
disponibilidad de alimentos en la población, que reconoce a Venezuela como un
país con seguridad alimentaria.
"La escuela se ha
desarrollado como un espacio de garantía para la alimentación de los
niños", agregó Di Lucca al comentar el avance del programa.
Niños más altos y
fuertes
Dentro de los
indicadores que estudian los efectos de las políticas alimentarias en la
población está la evolución de talla y peso, que analiza el crecimiento de
niños y niñas en sus primeros seis años de vida.
"Hay un incremento
cercano a 2 centímetros más (en el crecimiento promedio de los infantes), que
en el período antes de 1998. Esto indica que niños y niñas empezaron a
experimentar condiciones sociales favorables, lo cual permitió que los
alimentos a los que tenían acceso fueran aprovechados positivamente",
recalcó.
Detalló que se considera
que un niño ha recibido todas las condiciones necesarias para crecer de forma
saludable cuando ha comido bien, tiene un adecuado consumo de proteínas,
vitaminas y minerales, e ingiere las calorías en los alimentos que requiere
diariamente.
A estos factores los
acompañan una adecuada atención en salud, atención familiar y el acceso a
factores relacionados con medidas sanitarias, como el correcto acceso al agua
potable.
Importancia de la
lactancia materna
Otro de los aspectos que
refiere Di Lucca como fundamental para la disminución de la desnutrición y el
crecimiento adecuado de los niños es la lactancia materna, práctica que se
incrementó de 7 a 40% en los últimos años.
"Esta cifra aún no
es la ideal porque debería ser una práctica que se ubique por encima del 80%.
En todo caso, nos faltaría duplicar lo que hemos alcanzado", precisó tras
recordar que la mortalidad infantil en los primeros años de vida está
estrechamente relacionada al abandono de la lactancia materna.
"El alimento más
adecuado para el niño es la leche materna, por eso cuando las madres comienzan
a introducirle a sus hijos fórmulas lácteas empiezan a generarse algunas
complicaciones para la salud del bebé porque sus sistemas inmunológico y
digestivo aún están inmaduros. Cualquier sustancia ajena puede ser percibida
como una agresión", explicó la directora del INN.
Recalcó que es imposible
que una fórmula láctea para niños se equipare a la leche materna porque
contiene proteínas que provienen de la vaca, aún en las fórmulas mal llamadas
"maternizadas".
"Lo más lamentable
es que esta práctica afecta principalmente a los hogares pobres porque (entre
otros aspectos) puede generar diarreas. En cambio, si un niño se alimenta con
leche materna es como si recibiera su primera vacuna, que lo hace fuerte en sus
defensas", indicó.
AVN 13/06/2013 12:42
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