Con los buenos días
recibió el presidente Hugo Chávez a los que escuchaban el primer Aló,
Presidente aquel 23 de mayo de 1999. El propósito de este espacio audiovisual,
como lo dijo el propio líder revolucionario, era “llevar la verdad, nuestras
angustias, nuestras impresiones a todos ustedes compatriotas”.
Tenía poco más de tres
meses de haber tomado posesión como Jefe de Estado en un acto en el que juró
sobre aquella “moribunda” Constitución del año 1961 para emprender la
refundación de la República. La sociedad venezolana había sido omitida del
panorama político con la “democracia representativa” y ahora veía una puerta
abierta a la participación.
Con ese objetivo
marcado, el Aló, Presidente no podía ser sólo un espacio para transmitir
informaciones, planes y proyectos de gobierno de la mano del Primer Mandatario,
sino también un programa pedagógico, cultural, económico, social y político.
Por ello, a Chávez no le
faltó un libro, ni un mapa para dar a conocer territorios nacionales o
continentales y trazar sobre ellos líneas para comunicar regiones o países de
la América del Sur con vías ferroviarias, gasoductos o proyectos de
intercambio.
A propósito de la
desaparición física del líder venezolano, el escritor pakistaní Tariq Alí,
recordó en un artículo denominado Hugo Chávez y yo, cómo el Mandatario hablaba
durante horas a su pueblo “con una voz cálida y sonora, con una elocuencia
ardiente que hacía imposible permanecer indiferente”.
“Sus palabras tenían una
resonancia impresionante. Sus discursos estaban salpicados de homilías, pasajes
de historia nacional y continental, citas del líder revolucionario del siglo
XIX y presidente de Venezuela Simón Bolívar, pronunciamientos sobre el estado
del mundo y canciones”, destacó.
La periodista Hindú
Anderi señaló que a través del programa Chávez contribuyó “a la recuperación de
nuestra identidad, de la venezolanidad que compone la sociedad. Nos enseñó a
conocer el mapa del continente”, expresó en reportaje radial “Aló,
Presidente: retour sur l'héritage médiatique d'Hugo Chavez", de Radio
Francia International.
La solidaridad, la paz,
el buen vivir y un rechazo a vicios del capitalismo: como el egoísmo y el
consumismo, son aspectos que estuvieron siempre presentes en los 378 programas
que se realizaron en distintos rincones del país y desde el exterior.
Fueron más de 1.600
horas de transmisión acumuladas. En ellas, además de explicaciones, planes y
anécdotas, Chávez recomendó o citó más de 530 libros entre ellos: Hegemonía
o supervivencia, de Noam Chomsky, que se convirtió en un best seller luego
de que el Presidente lo mencionara en Nueva York, en la Asamblea General de las
Naciones Unidas.
"Recomiendo un
libro que leí hace años, antes de entrar a la Academia Militar, donde André
Gunder Frank habla de la América Latina, y precisamente el título del libro
recoge nuestra realidad y nuestro destino:Subdesarrollo o revolución",
evocó Chávez en uno de sus Aló, Presidente.
Las Venas Abiertas de
América Latina, de
Eduardo Galeano, Preguntas al azar, de Mario Benedetti, Don
Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, el Popol Vuh,Doña
Bárbara, del criollo Rómulo Gallegos, hasta Los Miserables, de
Víctor Hugo, y Así habla Zaratustra, de Friderich Nietszche, entre
muchos otros han estado entre los más solicitados por los venezolanos luego de
que el líder de la Revolución Bolivariana los citara o los lanzara como
referencia.
La transcripción del
primer programa llena apenas 23 páginas mientras que el del último Aló
Presidente, que se transmitió desde Barinas, el 29 de enero de 2012, tiene 112.
Así como creció en extensión, lo hizo en popularidad y en él se reflejaba
también el desarrollo del proyecto bolivariano.
Movimientos sociales,
líderes comunitarios, madres, padres, estudiantes, campesinos, escritores,
intelectuales, obreros, han sido protagonistas desde distintos puntos del país
y han tomado la palabra dentro del programa para dar testimonio del impacto
social del proceso político venezolano. La mayoría habla por un colectivo o una
comunidad.
Desde el primer
programa, en 1999, se le dio voz al pueblo, en los años siguientes en el país
se iría concretando la transformación, el pueblo votaría por una nueva
Constitución y los cambios no cesarían.
En el último Aló,
Presidente, en el país se ha superado el analfabetismo, la educación
universitaria se ha abierto a la mayoría de los que desearan estudiar, han
surgido consejos comunales, empresas socialistas, organizaciones sociales
sólidas, unidades productivas, entre otras.
“Saludamos desde el
aire, estamos a 700 pies de altura, sobrevolando en este helicóptero de nuestro
Ejército, las sabanas de Barinas, donde tenemos una Unidad de Producción
Socialista: ganadería de leche y de carne”, dijo en ese programa.
El escritor paquistaní
Tarid Alí se preguntó: “¿Qué decir del país que deja detrás? ¿Un paraíso?” y
responde con un seguro “no” que sugiere, más bien, un camino de retos en
adelante, y un gran reconocimiento al camino transitado: "(Chávez) Deja
tras de sí una sociedad muy cambiada en la que los pobres sienten que tienen
una participación importante en el gobierno. No hay otra explicación para su
popularidad”.
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